Esta unidad busca dotar al personal del Servicio Profesional Electoral Nacional (Servicio) de herramientas y habilidades prácticas para la evaluación de argumentos en un texto. Aquí vamos a emplear la palabra “texto” para referirnos a cualquier tipo de contenido que se nos presenta en cualquier tipo de plataforma: escrita, sonora, audiovisual u otras.

Iniciamos con el Tema A. Estructura de Razonamiento, que de forma general se concentra en analizar lo que se dice y la forma en que se dice en los textos. Este tema se divide en tres subtemas, a saber: Para identificar razones y conclusiones; Estructura y patrones de razonamiento; y, Falacias. Los objetivos formativos del primer subtema buscan que el personal del Servicio aprenda a identificar los aspectos que conforman las razones en una argumentación y la manera en que derivan las conclusiones a partir de aquellas. El segundo subtema, Estructura y patrones de razonamiento, tiene como fin ayudarnos a entender las formas en que se presentan diferentes tipos de razonamientos dentro de una argumentación. Y el tercer subtema, con base en mapas mentales, nos dará las herramientas para identificar con más claridad los supuestos en una argumentación.

En el Tema B analizaremos el proceso de análisis para evaluar los argumentos que se encuentran en los textos y la calidad de nuestros propios razonamientos. Se divide en cuatro subtemas. El primero, analiza cómo un razonamiento se vuelve creíble y, por tanto, aceptable con base en una serie de preguntas que debemos formularnos. El segundo, trata acerca de la forma en que justificamos las conclusiones en general, de sus tipos y de sus condiciones de validez. El tercero, se enfoca en la causalidad, es decir, de la relación que provoca un evento, un proceso o un fenómeno en la ocurrencia de otro evento, proceso o fenómeno y, con su probabilidad. Y, por último, el subtema B.4 trata sobre dos tipos de vicios de razonamiento muy frecuentes: los sesgos y las falacias.

Es muy importante resaltar aquí que esta unidad didáctica hace uso de muchos ejemplos y ejercicios para reforzar nuestro aprendizaje. Dentro de estos ejemplos, encontraremos muchos casos en los que el texto nos parece absurdo y otros en los que su contenido es evidentemente inexacto. Sin embargo, esto se hace con el fin de reforzar el aprendizaje y es importante tener presente que, por lo mismo, los contenidos de los ejemplos ni pretenden ser exactos o verdaderos en todos los casos ni mucho menos reflejan “opiniones” particulares o posiciones atribuibles al Instituto. Se trata sencillamente de ejercicios didácticos con fines pedagógicos.